Desesperado e indignados, así se encuentran los comerciantes de los 16 restaurantes que hacen parte de la plazoleta de comidas del Malecón del río Magdalena, por cuenta de los palcos instalados sobre la Avenida Circunvalar que no permiten el paso peatonal y que, en consecuencia, no les permite trabajar con normalidad. Además, desde hace días no tienen alumbrado público para vender alimentos en las noches.
Por: Cristian Ordoñez
El Malecón del río Magdalena se ha convertido en un sitio turístico por excelencia en las fiestas de San Juan y San Pedro en la capital del departamento del Huila. No obstante, este panorama ha cambiado este año, pues la instalación de los palcos ha generado inconformismo en muchos comerciantes que dependen del ingreso de personas para vender sus productos.
En este viacrucis se encuentran los comerciantes de los 16 restaurantes que hacen parte de la plazoleta de comidas del Malecón del río Magdalena. Margarita Alvarado, presidenta de la Asociación de Restaurantes del Malecón, comentó la forma en la que los palcos no permiten el ingreso normal de personas para comer diferentes platos típicos de la Región.
“Este año sí sufrimos un atropello muy duro. Con todos los palcos no hay un espacio para caminar para el turista y el neivano, nadie tiene la posibilidad de pasar a este lado, el que pase obligatoriamente tiene que pagar la entrada a los palcos porque no tiene dónde más hacerse. La plazoleta de comidas tiene una sola entrada porque esto es una rotonda, en esa entrada se colocó un palco grande que evita el ingreso de personas”, expresó Margarita Alvarado.
Por su parte, Isabel Rojas Bermeo, quien tiene una pizzería, manifiesta, entre lágrimas, su malestar por el hecho de que no les permiten trabajar: “Nos han vulnerado nuestros derechos, estamos muy tristes, a mucha gente se le ha dañado la comida, aquí no ingresa nadie por la culpa de los palcos que hay aquí a la entrada, esto nunca se había visto en un San Pedro, lo que pedimos es que se pongan la mano en el corazón, los que estamos aquí somos gente humilde, ahora taparon todas las vías y las partes peatonales donde la gente camina, solo queremos que nos den la oportunidad de poder salir adelante”.
Sueños y propósitos truncados
Severiano Rodríguez, ocupante de un local en la plazoleta de comidas y quien ha dedicado parte de su vida a la venta de alimentos, dijo con impotencia que, ante la situación por la que están atravesando, le provoca dejar todo tirado debido a que los ingresos son mínimos.
“Para mí es un colmo de los colmos, imagínense que tapar todo lo que es el Malecón, encerrarlo en palcos y no dejar un espacio para que la gente entre a la plazoleta de comidas, eso es algo muy triste para nosotros los que trabajamos acá, uno espera que con la temporada se mejoren los ingresos, pero todo ha sido peor. ¡Estamos en una situación caótica! Nos va tocar dejar todo tirado, abandonarlo y salir e irnos, porque cómo vamos a subsistir si no tenemos cómo”, afirmó Severiano Rodríguez.
Así mismo, Yeison Soto, otro comerciante afectado por la instalación de los palcos en el Malecón, cuestionó el hecho de que las personas que se encuentran al pie de ese negocio vienen de otras partes del país, lo que no les permite laborar de manera normal.
“Hoy en día nos encontramos con un Malecón totalmente tapado por palcos, totalmente invadido por comerciantes que ni siquiera son de acá de la Ciudad, sino que son comerciantes de Cali, Medellín, Armenia y Pereira. Pienso que vulneran nuestros derechos, no se tuvo en cuenta todo esto en la planificación y esto nos ha afectado muchísimo”, indicó Yeison Soto.
Sin alumbrado público
Desde hace cuatro días en la plazoleta de comidas del Malecón del río Magdalena no hay servicio de alumbrado público, lo que provoca que los comerciantes, después de las 6 de la tarde, tengan que irse a su casa, dejando pérdidas considerables por la comida que no lograron vender durante el día. En otros casos, salen a la calle a vender la comida que les quedó.
“El tema del alumbrado público es bastante delicado porque, siendo una zona turística, después de las 6 de la tarde nadie se puede quedar por acá porque no tenemos alumbrado público. Llevamos cuatro noches consecutivas sin alumbrado público, nos hemos quejado pero no hemos tenido respuesta de ningún ente público. Hemos hecho inversión para sacar adelante el negocio, pero es muy triste porque ni en el día se puede trabajar, los palcos cierran el paso y no permite el ingreso de gente para que puedan comer”, aseguró Yeison Soto, comerciante.
De igual manera, Margarita Alvarado aseveró: “SOS para la plazoleta de comida del Malecón, SOS porque necesitamos activar nuestra economía, SOS porque necesitamos que Neiva disfrute de sus fiestas nuevamente, estas fiestas son del pueblo para el pueblo, nos endeudamos para poder ofrecer un servicio, activar nuestra economía y no hemos visto hasta ahora nada, absolutamente nada”.
Ahora, tras las pérdidas que han tenido que sobrellevar los 16 comerciantes que hacen parte de la plazoleta de comidas del Malecón del río Magdalena, solamente esperan que, en lo que quede de las fiestas de San Juan y San Pedro, les puedan solucionar estas problemáticas. Finalmente, anhelan que en unas próximas fiestas, los tengan en cuenta para no tener que vivir nuevamente este viacrucis.
