Las primeras hipótesis de la Policía apuntan a que el crimen del menor estaría relacionado con el microtráfico en el territorio. Este es el segundo caso de este tipo que se presenta en la región en el último mes.
Conmocionados se encuentran los habitantes de Lérida, Tolima, luego de que en la noche del pasado sábado 16 de abril los residentes del barrio 7 de Agosto encontraran a un joven de 16 años, conocido en el sector como alias ‘Mapache’ o ‘Pañalito’.
El cuerpo del joven, identificado como Gerson Stiven García Barreiro, fue hallado decapitado sobre el drenaje de aguas lluvias de la zona del 7 de Agosto y el Club de Leones, así lo reportaron diarios locales.
Algunos habitantes del sector, aseguraron al periódico El Nuevo Día, que el menor había sido visto en la mañana de ese sábado merodeando el lugar donde fue encontrado sin vida.
De acuerdo con el subcomandante del departamento de Policía del Tolima, el coronel Yorguin Malagón, las indagaciones preliminares apuntan a que el asesinato del joven estaría relacionado con la disputa de bandas delincuenciales por el control del microtráfico en ese municipio.
“Tenemos todas las capacidades investigativas para esclarecer este hecho. Ya tenemos suficiente información que nos permitiría aseverar de alguna manera que habría sido una retaliación frente a actividades delincuenciales relacionadas con el tráfico de estupefacientes”, afirmó el oficial.
Preocupación por un nuevo caso
Este se convertiría en el segundo caso de ese tipo que se reporta en el departamento en el último mes. El primero ocurrió a finales de marzo en el corregimiento San Felipe, jurisdicción de Armero Guayabal, al norte del Tolima, donde la comunidad halló un cuerpo sobre un hidratante.
La víctima fue identificada como Álvaro González Ortegón, alias ‘Uribe’, quien, según conoció el periódico local El Nuevo Día, fue integrante de la banda delincuencial ‘Los Botánicos’, quienes eran señalados por las autoridades de perpetrar 10 asesinatos por ‘ajustes de cuentas’ por microtráfico en San Sebastián de Mariquita, en el año 2018.
En ese sentido, el subcomandante del departamento de la Policía del Tolima, el coronel Yorguin Malagón, señaló a RCN Radio que, al parecer, tanto el caso del municipio de Armero Guayabal y el más reciente ocurrido en Lérida, tendrían conexión con personas que distribuyen drogas al norte de esa región.
“Estas personas (los responsables de los crímenes) han venido generando presiones sobre quienes no acceden a sus pretensiones o en quienes desvían sus intereses delincuenciales”, afirmó el coronel Malagón a la emisora bogotana, haciendo énfasis en que, por el momento, ambos casos son materia de investigación.
Por: infobae.com
