Gracias a la información obtenida mediante interrogatorio por un testigo clave, las autoridades lograron conocer el rol de cada uno de los implicados, su actuación y movimientos. Luego de haberlo asesinado, siguieron exigiendo a la familia dinero por su rescate.
La Fiscalía General de la Nación, a través de un despacho especializado delegado ante el Gaula de la Seccional Huila, imputó cargos a 11 personas que, al parecer, tendrían relación con el secuestro y muerte violenta del taxista Jaime Bautista Charry, quien fue secuestrado el 8 de septiembre pasado. Diez de los implicados fueron cobijados con medidas privativas de la libertad. Ninguno de los procesados aceptó su responsabilidad en los hechos.
Según las labores de la policía judicial los implicados, al parecer, estructuraron un plan para secuestrar, por razones económicas, a la víctima, quien además de taxista era prestamista.
Dentro de las hipótesis manejadas por el ente acusador, se encuentra el hecho de que el crimen estaría relacionado con una deuda millonaria que tenía Domingo Vásquez Muñoz, uno de los procesados con la víctima mortal, y para evitar pagarle el dinero decidió acabar con su vida. Para esto se habría dado la complicidad con el grupo de delincuencia organizada denominado Los Pacíficos.
Los delitos imputados a los implicados, según sus responsabilidades individuales, fueron homicidio, concierto para delinquir, secuestro extorsivo, fabricación, tráfico y porte ilegal de armas de fuego (todos agravados), conductas todas estas agravadas que ninguno aceptó.
Los hechos
La víctima, al parecer, recogió en su taxi una pareja en el sector del terminal de trasportes de la ciudad. Luego de indicarle hacia donde debía llevarlos el conductor habría sido amenazado con un arma traumática y un objeto corto-contundente. De inmediato fue llevado a un sector del norte de Neiva donde fue recibido por otro grupo de personas quienes debían llevarlo al sitio donde permanecería en cautiverio.
El lugar determinado previamente fue ubicado atravesando el río Magdalena, en un sector conocido como Fortalecillas, a pocos metros de la ribera del río, en zona boscosa de la vereda Busiraco de Aipe (Huila). Tiempo más tarde, el taxi fue abandonado en zona rural del municipio huilense de Yaguara para desviar la investigación.
Se hicieron pasar por Gaor
La hermana y madre de la víctima recibieron algunas de las llamadas extorsivas a través de las cuales los captores, supuestamente, se hacían pasar por integrantes de la columna Dagoberto Ramos de las disidencias de las Farc, quienes mediante intimidaciones y amenazas llegaron a exigirles hasta 400 millones de pesos a cambio de devolver a la víctima del plagio, sana y salva a su hogar. A pesar de estos los plagiarios nunca suministraron pruebas de supervivencia de la víctima.
Las llamadas las hacían desde diferentes teléfonos cambiando de manera constante tarjetas sim card y equipos, y así evitar ser rastreados por las autoridades.
Las labores investigativas permitieron determinar que Henry Bonilla Mendoza, alias ‘El Indio’, presunto cabecilla de la organización, habría sido quien ordenó el homicidio de Bautista Charry, hecho este que se habría concretado al quinto día de cautiverio en la vereda Busiraco de Aipe (Huila).
Bautista Charry fue ejecutando con armas blancas tras recibir varias heridas de gravedad en su cuerpo y cuello. Su cuerpo fue enterrado atado de manos en el mismo lugar donde permaneció privado de la libertad.
Recuperación del cadáver
El miércoles 18 de noviembre el cuerpo sin vida del taxista fue recuperado gracias a la información suministrada por una fuente humana quien indicó con precisión el lugar donde había sido sepultado.
Las interceptaciones telefónicas, la búsqueda selectiva en base de datos, los análisis link, la vigilancia y seguimiento a personas permitieron establecer cómo previo al plagio los integrantes del grupo delincuencial organizado se concertaron para establecer los pormenores del plagio.
Los roles establecidos de cada integrante del grupo y la realización de otras conductas punibles quedaron al descubierto tras adelantar las labores de policía judicial, lo cual para la Fiscalía demuestra con inferencia razonable la participación de los implicados en los hechos descritos.
Roles y medidas de aseguramiento
Ayer viernes 20 de noviembre, la Fiscalía logró siete medidas de aseguramiento privativas de la libertad en centro carcelario y tres más domiciliarias. Las mismas corresponde al grado de participación de cada uno de los presuntos implicados en el delito:
Henrry Bonilla Mendoza, alias El Indio (intramuros): presunto cabecilla del grupo delincuencial. Señalado por la Fiscalía de ser el coordinador, planeador y ejecutor de las diferentes actividades criminales. En su casa se encontraron municiones 9 mm y un arma del mismo calibre, además de panfletos alusivos a las disidencias de las Farc que inicialmente se le atribuyeron a su hija Juliana Karina Bonilla Velandia, detenida en flagrancia por el delito de porte ilegal de armas. A pesar de esto el juez decidió no imponer contra la mujer medida de aseguramiento y aunque quedó en libertad, sigue vinculada al proceso.
Luz Albenis Espitia Cardozo (domiciliaria): esposa de El Indio. Tendría pleno conocimiento de los hechos materia de investigación. Al parecer, participó en la realización de actuaciones en pro de la continuidad del cautiverio de la víctima.
Arnol Bonilla Velandia, alias Lenteja (intramuros): hijo de Henry Bonilla Mendoza. Participó en la custodia de la víctima. Se presume que fue uno de los autores del homicidio.
Domingo Vásquez Muñoz (intramuros): sería el encargado de brindar la información de la víctima para facilitar el secuestro. Al parecer, tenía una deuda de 12.000.000 de pesos con la víctima.
Yeison Ferney Tovar Bustos, alias el Gordo (intramuros): Serían una de las personas de confianza del cabecilla. Habría usado su celular para coordinar las actividades delincuenciales ejecutadas. Habría sido quien llevó el taxi hasta la zona rural de Yaguara.
Lisardo Felantana Ramírez (intramuros): Su participación se relaciona con coordinaciones de tipo logístico en pro de la continuidad del cautiverio de la víctima. Se tiene que fue una de las personas que, mediante engaño, tomó el servicio de taxi y llevó a la víctima hasta el lugar donde fue secuestrado.
Luis Alberto Mayorga Lozano, alias Zurdo (intramuros): según la línea de investigación y controles técnicos, se encargó de la custodia de la víctima durante el cautiverio.
Víctor Alfonso Méndez Ramírez, alias Mueco (intramuros): participaría igualmente en la custodia de la víctima durante su cautiverio.
Diego Mauricio Rodríguez González (domiciliaria): Habría mostrado interés frente a los avances de la negociación del secuestro, teniendo pleno conocimiento de todo lo ocurrido. Habría facilitado aparatos celulares para las llamadas extorsivas.
Tránsito López Dimayusa (domiciliaria): Sería la financiadora de la banda delincuencial para cumplir el secuestro. Habría demostrado interés en el avance de la negociación por el secuestrado y habría coordinado otras actividades delincuenciales con los otros integrantes del grupo.
Finalmente, cabe resaltar que en las próximas horas será llevado a audiencias otro presunto partícipe en estos hechos.
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