Una rutina que parecía tranquila se convirtió en pesadilla para un grupo de “escobitas” (operarios de la empresa de recolección de residuos) cuando, de la nada, varios hombres encapuchados los rodearon y blandieron armas blancas en medio de una oscura calle de la capital huilense.
El ataque minuto a minuto
- Hora aproximada: 4:15 a. m.
- Lugar: tramo peatonal del barrio … (la compañía pide reserva mientras avanza la investigación).
- Víctimas potenciales: conductor y dos auxiliares de recolección.
“No dijeron ni una palabra, solo se abalanzaron con los cuchillos”, narró uno de los trabajadores aún visiblemente tembloroso.
La rápida maniobra del conductor, que aceleró el camión compactador a toda marcha, evitó que los agresores alcanzaran a subir a la cabina. Mientras tanto, uno de los auxiliares que venía en el estribo se aferró al pasamanos y esquivó un tajo; el otro, que acarreaba bolsas en una zona peatonal, corrió por su vida y fue resguardado por una vecina que le abrió la puerta de su casa.
Saldo: ningún herido… pero el miedo quedó sembrado
Aunque no hubo lesiones físicas, la empresa advierte de un profundo impacto psicológico:
“Nuestros trabajadores salen cada madrugada con el único propósito de mantener limpia la ciudad; encontrar esta violencia sin sentido es devastador”, señaló el área de Talento Humano en un comunicado.
¿Quiénes son los encapuchados?
Hasta ahora no hay capturados ni hipótesis oficiales claras. Voceros policiales confirmaron que:
- Se revisan cámaras de seguridad de la zona.
- Se recopilan testimonios puerta a puerta.
- No descartan que los agresores intentaran robar herramientas y pertenencias de los operarios.
Servicio en vilo
La compañía estudia rutas alternas y refuerza protocolos de seguridad para no suspender la recolección; algunos barrios podrían experimentar demoras mientras se ajustan los recorridos.
Un eslabón más en la cadena de inseguridad
El incidente se suma a recientes robos, riñas y ataques registrados en distintos puntos de Neiva, encendiendo las alarmas sobre la escalada de violencia que golpea incluso a quienes desempeñan labores esenciales.
“Si no hay garantías para los trabajadores del aseo, ¿qué nos espera al resto de ciudadanos?”, cuestionó la presidenta de la junta de acción comunal del sector.
Las autoridades pidieron a la ciudadanía denunciar de inmediato cualquier movimiento sospechoso y anunciaron patrullajes adicionales en los horarios de mayor riesgo. Entretanto, los “escobitas” volverán a la calle con la esperanza de que la pesadilla de los cuchillos sea, esta vez, solo un mal recuerdo.