El rover Perseverance fotografió en el cráter Jezero una roca apodada “St. Pauls Bay” salpicada de centenares de pequeñas esferas gris oscuro, creando un patrón que los científicos comparan con huevos de araña.
¿Cómo son las esferas?
Las bolitas miden apenas milímetros: algunas son alargadas, otras tienen bordes rotos y varias presentan perforaciones diminutas. Su textura recuerda a los “pochoclos” que Opportunity descubrió en 2004 y a los “arándanos marcianos” de Meridiani Planum.
Tres hipótesis de origen
- Concreciones acuosas – Mineralización en poros de la roca gracias a agua subterránea.
- Gotas volcánicas – Enfriamiento rápido de material fundido expulsado por erupciones.
- Impacto meteórico – Condensación de roca vaporizada tras un choque de alta energía.

Por qué Jezero es crucial
El cráter, de 45 km de ancho, conserva las huellas de un antiguo delta fluvial, lo que lo convierte en la mejor apuesta para rastrear vida microbiana pasada. Perseverance perfora y almacena testigos de roca que una futura misión traerá a la Tierra.

El recorrido de las “esferas marcianas”
- 2004 | Opportunity detecta concreciones ricas en hematita en Meridiani.
- 2012-hoy | Curiosity identifica esférulas en la bahía de Yellowknife (cráter Gale).
- 2025 | Perseverance suma St. Pauls Bay a la lista de formaciones enigmáticas.

Lo que viene
El equipo vinculará estas texturas con la estratigrafía de Witch Hazel Hill para precisar si corresponden a eventos volcánicos, hidrológicos o impactos. Cada pista acerca más a la NASA a reconstruir la historia geológica —y quizá biológica— de Marte.